Los valores éticos y morales en la práctica paramédica
Los paramédicos ocupan una posición única en el mundo de la atención médica. Tienen la responsabilidad de atender a pacientes en una amplia gama de situaciones de emergencia, desde brindar apoyo y educación en el entorno seguro de un hogar hasta realizar intervenciones críticas en situaciones de vida o muerte. Sin embargo, lo que a menudo pasa desapercibido es el papel fundamental de los valores éticos y morales en su labor diaria.
Cada día, los paramédicos se encuentran con personas de diversos orígenes, cada una con su propia historia, educación, creencias y valores. La atención médica no se trata solo de procedimientos y protocolos, sino también de comprender y respetar los valores de los pacientes. En este artículo, exploraremos la importancia de los valores éticos y morales en la práctica paramédica y cómo estos influyen en la toma de decisiones.
Valores éticos y morales en la práctica paramédica
La atención médica se basa en un sólido fundamento ético y moral. La ética y la moral son dos conceptos interconectados pero distintos. La ética se refiere a un conjunto de principios y normas que rigen el comportamiento profesional y social, mientras que la moral se relaciona con los valores personales y las creencias que guían nuestras acciones. Para los paramédicos, estos dos aspectos son igualmente importantes, ya que influyen en la forma en que se desempeñan en su papel de salvaguardar vidas y promover la salud.
Valores en la práctica paramédica
Los valores son una parte fundamental de la práctica paramédica. Los paramédicos deben reconocer que cada paciente es único y que sus valores personales influyen en sus necesidades, deseos y preferencias. La definición de valor varía de una persona a otra y es una cuestión de perspectiva. Los valores son la fuerza motivadora personal de un individuo y pueden cambiar con el tiempo.
David L. Sackett, conocido como el padre de la medicina basada en la evidencia, destacó que la atención médica efectiva se basa en la integración de tres elementos: la mejor evidencia disponible, la experiencia clínica y los valores del paciente. Esto significa que, además de la evidencia y la experiencia, los valores personales de los pacientes desempeñan un papel crucial en la toma de decisiones médicas.
Integrando valores en la práctica paramédica
A pesar de la creciente atención a la medicina basada en la evidencia en la formación paramédica, los valores a menudo se pasan por alto en las discusiones. Es esencial que los paramédicos integren los tres aspectos de la medicina basada en la evidencia, incluyendo los valores y la práctica basada en valores. Esta integración permite tomar decisiones más éticas y centradas en el paciente.
Un pilar central de la práctica basada en valores es la comunicación efectiva para facilitar la toma de decisiones. Sin embargo, enseñar a los para-médicos acerca de los valores es el primer paso. Los programas de educación deben incluir la comprensión de los valores personales y de los pacientes, ya que estos influyen en la toma de decisiones en situaciones clínicas únicas.
Ética y valores en la formación paramédica
En el Reino Unido, el plan de estudios universitario de la Facultad de Paramédicos tiene como objetivo inculcar valores y comportamientos apropiados en los estudiantes para-médicos. En Canadá, la Asociación de Paramédicos ha definido la ética como una parte integral de las responsabilidades profesionales, enfocándose en la defensa del valor del paciente.
La enseñanza de valores en los programa educativos de formación paramedica es esencial. La actividad diaria de los paramedicos presenta desafíos éticos. La formación debe preparar adecuadamente a los paramédicos para tomar decisiones éticas, ya sea en el manejo de un paciente al final de su vida o en la reanimación de un niño pequeño.Como profesionales de la salud y la seguridad pública los paramédicos deben mostrar los siguientes valores en la práctica profesional:Servicio: Un paramédico se esfuerza por servir al paciente, la comunidad y la profesión.
Honor: Un paramédico se esfuerza por comportarse en todo momento de una manera que genere admiración, reconocimiento y respeto a la profesión.
Integridad: Un paramédico acepta que ser miembro de la profesión es un honor y un privilegio y se esfuerza por respetar los valores y la ética de la profesión en todo momento.
Coraje: Un paramédico acepta que la profesión impone un elemento de riesgo personal inevitable y enfrenta este desafío desinteresadamente en beneficio del paciente, sus compañeros y el público.
Responsabilidad hacia el paciente: Un paramédico actúa para que se mantengan los derechos del paciente a la toma de decisiones, la seguridad, la dignidad, la privacidad y la confidencialidad.
Liderazgo: Un paramédico debe ser un líder, ya que debe tomar sediciones cuando sea necesario.